La atención es un mecanismo evolutivo que regula y distribuye nuestros escasos recursos cognitivos. Esta capacidad se encarga de mantener un nivel de activación adecuado para procesar toda aquella información que nos es relevante. Este proceso es clave para el funcionamiento óptimo de las personas y es muy difícil de conseguir, ya que la capacidad de atención de las personas es bastante limitada. Pueden cambiar muchas cosas en nuestro entorno sin darnos cuenta. No lo notamos porque nuestra atención no lo nota. Este fenómeno se denomina ceguera por desatención: hay cosas que cambian, pero no nos damos cuenta porque no estamos prestando atención. Asimismo, está la ilusión de atención, que se produce cuando perdemos un momento de cambio a nuestro alrededor pero en ningún momento lo sospechamos ni nos damos cuenta. Todo esto se debe a que tendemos a pensar que tenemos la ilusión de que nuestra atención es mucho más eficaz. El criterio que usamos para captar nuestra atención es la vigilanci